De gira por el nordeste para promocionar su libro “la sociedad cómplice”, el confeso liberal, economista y dice qué precandidato a Presidente de la República solo se juntó a viejos caudillos explotadores feudales de esta zona.

Primero lo hizo junto a Gildo Insfran. El arcaico eterno feudal que gobierna hace más de 30 años una de las provincias más pobres de la Argentina y comanda los destinos de los formoseños bajo métodos de sumisión autoritaria. Sin dudas es uno de los territorios bajo tutuela peronista más corruptas de la zona.

Gildo mantiene oprimido al pueblo hambreado y ejerce el furioso poder contra todo aquel que intente revelarse. Gildo es si se quiere parte principal de una “sociedad cómplice”, que EsperONISTA no se animaría a criticar.

Solo bastó un café en el despacho principal del caudillo formoseño para entender que “las ideas del libertario“, son más oscuras que claras y juegan visiblemente para el peronismo cómplice de todos los tiempos.

Ya por su paso en Corrientes, el soberbio economista que todo lo sabe siguió con su agenda de juntarse con personajes famosos pero detestables. En la capital de Corrientes no perdió oportunidad ni tiempo para estar en el living del poder delictivo cuasimafioso de la tierra del chamame.

Para obtener algo de prensa, EsperONISTA debió escuchar las “sabias palabras“ de un explotador. De un maleante impositivo. De un viejo rey del hampa blanco de Corrientes. De un fugado histórico en obras públicas inconclusas.

De un espécimen raro producto de una consanguinidad entre lo que podría ser un zorro y un aguará guazú. Sumamente degenerado, voraz y hábil para lo oscuro. Carlos Romero Feris es un pillo que se cree personaje y es menos que un maleante de ropa tendida, pero de largo prontuario y extenso antecedente 

EsperONISTA habla mucho y sabe otro tanto. Pero es incoherente con sus actos y ahí cae en la falsa verdad.

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