Son varios los actores en el gobierno que coinciden en que Alejandro Enrique Abraham y el resto de su camada “cumplieron un exitoso ciclo“ en la entidad. Aunque “su figura se desgastó al máximo en los últimos tiempos”.

Desde afuera sostienen que el perfil de estos últimos años, llenando de “empresarios” el Banco oxigenó bastante la entidad con mayoría de acciones del estado. Tantos halagos a lo largo de mucho tiempo endulzó a “los empresarios” que usaron esa avalancha para “beneficios propios” descuidando a los clientes cautivo de la plana pública estatal.

Abraham está con un pie afuera. No solo por el escándalo que desató la denuncia de la Asociación Bancaria, sino además por otros movimientos que se conocen y estallan en las últimas horas.

Por ejemplo los mejores créditos a tasas razonables solo son para “los personajes que el Directorio“ señala y muchas veces son sus propias empresas privadas las beneficiadas. El resto nada.

Formalmente deben esperar la Asamblea General de socios a fin de año. Es el único mecanismo habilitado para remover al Presidente y a otras de sus “figuras”. 

Pescar en la pecera los volvió avaros, tanto que cada final de año durante la asamblea obligatoria, se ”reparten entre los señores directores los excedentes millonarios de utilidades”. 

Con bombos y platillos el Banco paga migajas en propaganda y es común recibir gacetillas con los informes cada fin de ciclo que detalla los excedentes en millones. Todo producto de otorgar los créditos usurarios a los empleados públicos a quienes a su vez los tienen cautivos.

Excedentes que por otra parte la “misma asamblea vota” repartir “entre los socios”. Así tanto Abraham, como Roberto Demonte en su puesto de Director y el resto de los jerarcas de esa camada se alzan por encima de sus jugosos salarios, un premio mayor a fin de año. Otro verdadero festín.

Para el empleado público en tanto solo migajas de “un beneficio berreta como recibir su propia plata en forma de aguinaldo dorado”, a una tasa fuera de los común en el mercado y más para una entidad con perfil público-estatal.

Los capos que pescan en la pecera estatal cobran millones, cual empleados de empresas privadas de alta performance. Por eso todos quieren poner un plato en el Banco de la provincia de Corrientes.

Comentario


Código de seguridad
Refescar