Atorado por la información que daba cuenta de un trabajo conjunto entre el senador nacional y el “espía” Hugo Rolando Barreiro, dónde éste último le pasaba información referente al actual Gobernador de Corrientes y también de Ricardo Colombi, Camau debió admitir en las últimas horas el “contacto” con el mundo marginal y oscuro de la Argentina.

El actual senador nacional por el kirchnerato no tuvo más remedio que admitir contactos con la peor mugre de la Argentina represiva y marginal de los últimos tiempos. El espía Hugo Rolando Barreiro había declarado ante un Juez Federal que "había realizado trabajos" para el senador del Bloque Justicialista, Carlos "Camau" Espínola. Barreiro relató que “participó de una reunión con D'Alessio y Camau” en la que el grupo del falso abogado también “le vendió teléfonos israelíes al senador”.

El espía que Camau confirma “trabajó” para él además sostuvo que “le llevaron al actual senador nacional las llamadas entrantes y salientes de sus adversarios, Colombi y Valdés. Pero después empezaron a hacer informes de inteligencia sobre los dos dirigentes radicales, intentando vincular a Colombi con maniobras de narcotráfico”.

Acorralado por la realidad el actual cínico senador nacional por la kk de Corrientes debió “admitir que mantuvo vínculos con Barreriro y Dalessio”, aunque “solo le pidió información sobre el narcotráfico en Corrientes”.

Como si fuera poco, en las últimas horas se sabe que el abogado defensor del ex intendente narco de Itati, Roger Teran, volvió a insistir judicialmente al PJ de Corrientes para que “diga cómo y de qué forma se financió la última campaña electoral en la provincia”.

Está claro que el abogado de Teran, hoy preso vinculado fuertemente al narcocrimen en Itati, intenta desestimar que su cliente utilizó fondos de las drogas para bancar las campañas electorales del PJ. El silencio del partido kk solo alimenta la teoría.

Ahora el doble ex medallista aparece encerrado en una maniobra delictiva grave, toda vez que desde su cargo público ostenta también un lugar en la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Actividades de Inteligencia, a quién paradojicamente debe investigar.

Camau sigue demostrando que no es un chico de buenos modales listo para cambiar la “formas de hacer política”, y al pasar el tiempo queda al descubierto su verdadero accionar poco transparente, oscuro y retorcido.

La desesperación por llegar al Honorable cargo más encumbrado que pueda dar una provincia, desnudó también lo peor de un sujeto inmoral, sin integridad y que a cualquier precio rifó el escaso capital de hombre cabal. Un cínico ídolo con pies de barro.

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